A la hora de dar esta información, es importante saber que hay diferencias en función del momento en el que la demos. Según el momento exacto en el que se da dicha información, esta puede ser de tres tipos:
- INFORMACIÓN SINCRÓNICA: es la que se le da al alumno justo en el momento en que está realizando la tarea para que la vaya corrigiendo sobre marcha.
- INFORMACIÓN INMEDIATA: en este caso la información se da justo en el momento en el que la persona termina el ejercicio para que ya la pueda asimilar mejor y tener los movimientos más frescos.
- INFORMACIÓN RETARDADA: ahora el momento de dar la información es pasado ya un rato, cuando el ejecutador o ejecutadores de la actividad ya han resposado o han hecho otra tarea. Aquí la información es normalmente más profunda y detallada y el receptor de la misma la asimila también con más detenimiento.
Tener en cuenta el momento en que damos esta información a nuestros alumnos adquiere mucha importancia por lo tanto a la hora de como queremos que la optimicen o la aprovechen. Esto es así porque si queremos que la corrección de errores en el movimiento se produzca y se vaya perfeccionando de manera inminente mientras se produce dicho error, debemos utilizar información sincrónica y para hacer incapié en ella si no es efectiva del todo se utilizará la inmediata en el momento que termina. Pero en cambio si queremos que a esos errores se les otorgue más tiempo de análisis y reflexión y adentrarse más profundamente en como resolverlos, utilizaremos información retardada.
Además de estos aspectos teóricos, tenemos que saber que hay personas a las que les puede resultar de mayor ayuda un tipo de información que otra. Por este motivo debemos tener en cuenta cada caso individualmente y saber escoger dichos momentos para adaptarlos a las situaciones y a las propias personas.