jueves, 26 de octubre de 2017

Todos activos

A la hora de llevar el control de una clase o grupo para realizar una actividad, es importante tener en cuenta que no todos los días todo el mundo va a estar en sus plenas facultades para realizar dicha tarea. Y esto no significa que la persona que no puede hacer lo mismo que el resto, se quede en su casa o acuda como un mero espectador.

Cuando tenemos una o varias personas que no están al 100% o que no pueden realizar actividad física, tenemos que adaptar a sus posibilidades otro tipo de tareas, siempre teniendo en cuenta que no podemos perder el ritmo de trabajo de todo el grupo para hacer esas adaptaciones. Por lo tanto, la persona que no puede dar su 100%, tendrá unas consignas distintas al resto, mientras este resto hará lo que teníamos planeado. Si el caso es el de alguien que no puede realizar ejercicio físico, esta persona tendrá que tener responsabilidades del tipo de ayuda en la organización del grupo o subgrupos en ciertas tareas; de observación y procesar la información que le llega al observar, fijándose en aspectos ya trabajados y que son importantes; etc.

Lo que quiero dar a entender es que siempre hay que buscar la forma de que nadie esté totalmente pasivo y ausente de la actividad, sino que de una forma u otra, todos deben estar participando.

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